Muchas veces quiero que mi esposo haga algo, de la manera que yo veo mejor hacerla. Aveces le exijo tanto, lo veo cansado y frustrado y quiero ayudarlo pero lo hago mal, ¿Te ha pasado?
No has entendido que lo que en ese momento necesita es poder hablar sin que le digas que hacer, o quizás callar sin que se sienta atacado.
Que no es fácil asimilar las cosas que otro vive de la misma manera de aquel que solo observa, no es lo mismo soltar la carga que dejarla caer. Que es mejor caminar despacio y llegar sano y salvo a qué por la prisa se produzca un traspiés.
Aveces toca morder la lengua
Porque mas grande que el que arma la guerra es aquel que la evita. Es mejor el sabio que calla que el necio que grita.
Ahora inténtalo otra vez y mira, tiene sus ojos cerrados porque duerme, ahora levanta tus manos no contra él, hazlo diferente ésta vez y has lo más valiente que puedas hacer, lo más efectivo y de más resultado, aún cuando todo lo anterior a fallado y ora, ora y otra vez ora.
©Eulenis Madrid
Viviendo para Él
